jueves, 27 de noviembre de 2014

Ergo sum




Vengo de más allá de las fronteras,

buscando primaveras diferentes;

escuché sin reparo los cantos de sirena

con la ebriedad del sabor a tierra nueva.


No voy a parte alguna;

ya sé que no me espera nadie,

pero quiero apurar la prórroga hasta el límite

rompiendo aduanas y horizontes.


Si yo tuviera algo que decir, lo contaría ahora,

en este domingo frío del invierno,

mas, presiento que ya todo esta dicho,

que busco palabras diferentes

para decir lo mismo.


El día está cansado

y yo mismo

sigo mirando con los ojos glaucos

la idéntica procesión de lo monótono,

la inútil adoración a lo caduco.


Y mientras esto digo

llama un hombre a mi puerta y me pregunta

si sé que hay una guerra;

si sé que hay hombres y niños escondidos

en la trastienda de la historia.


Y me sorprendo repitiendo

la eterna cantinela de mis penas;

mirando absorto hacia el reloj parado,

pensando que soy sólo yo quien va conmigo.



Octavio Fernández Zotes


1 comentario:

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

A menudo parece que está todo dicho, aunque siempre hay cosas que decir.
:)