domingo, 30 de junio de 2013

Sentido





¿Y si de pronto callara esa voz?

Esa voz que desde lo más profundo,

desde el abismo de una obsoleta búsqueda,

de un pusilánime determinismo,

busca un objeto, un fin, un sentido.


¿Y si parase esa infructuosa persecución?

Si fuera capaz de silenciar

los gritos agónicos que piden una causa;

la ilógica creencia que, victoriosa,

preside un rumbo sin guía.



Si muriera ese idealismo trasnochado,

ese espejo cóncavo que ahogó a Máximo,

que dotó de alas al hijo de Dédalo

y que, en la vida real, solo intoxica.



Si aferrara la realidad sin ilusiones,

sin explicaciones frívolas y vanas,

que se cubren con un halo de falsa sabiduría,

de intelectualismo barato de todo a cien.



Si todo ello sucediera

o dictaríamos nuestras propias leyes,

nuestra moral temporal y práctica,

nos encumbraríamos los nuevos dioses

o caeríamos en la más oscura fosa,

en esa nada que abraza el nihilista

demasiado cobarde para morir,

demasiado escéptico para creer.


Pablo Iruzubieta

1 comentario:

Noris Marcia dijo...

Poema inspirador y hermoso. Gracias por compartirlo.
Un saludo desde EEUU.