miércoles, 26 de junio de 2013

Intento de aprendiz de poeta





Anhelo ser poeta y así hablar

del mismo modo que hablan las alondras,

sueñan los bencejos, piensan los mirlos

y callan, por igual, todas las aves

cuando en la partitura del trinar

suena un silencio sutil de fusa

fugaz, instantáneo como la vida

y, a la vez, perpetuo como el tiempo.



Versificar el mundo es amarlo

ver en cada árbol un tupido bosque

anegado de pureza y hermosura,

como las manos llenas de una madre.

Cada momento se vuelve un "por siempre",

cada experiencia un universal

y en el verso arquetípico de Dios,

su creación en conjunto se presenta.



¿ Quién puede no soñar con ser poeta?

¿Con coger la vida gris y monótona

y encontrar el más excelso sentir

y descubrir la más viva belleza?

¿Quién puede no soñar con dar vida

a inertes palabras sin sentimiento?

Y, con el cuidado de un artesano

y el amor de un padre por su progenie,

tratar de hendir la emoción más pura

con la voz que esconde tu veraz nombre.


Pablo Iruzubieta

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