jueves, 28 de julio de 2011

Se encadenan a estatuas








I

Se encadenan a estatuas, se declaran en huelga, dejan de comer o de beber,
dejan caer los brazos, suben escaleras de rodillas, cruzan cualquier estrecho a nado,
se pintan la cara o danzan desnudos, delante la hoguera y detrás la luna, como yo

Y que he de hacer sino esperarle, después de haber ensayado mil encuentros,
elegido flores, el vino y la vajilla de mis besos.
Un poco más patética que ayer, que bailaba en su silencio mil pasos de posibilidades.

Hoy, al oírle la ausencia de mi nombre, rasgo todos los versos de donante convencida
Mañana, hecha papilla, hecha Salinas, a tirar el corazón por el monte,
llena de margaritas, por si viene.


II

Excavo trincheras, leo, me defiendo, aguanto el berrinche.
Maldigo la leche que mamé y maldigo todos los libros.
Todos los versos,espejos de otros y otras que me meten en el mismo saco,
que abren más la herida si cabe: mujer,
repetida.



Isabel Izquierdo






2 comentarios:

Carlos dijo...

Se elija la vajilla que se elija, tras un hoy (pro osucro y gris qeu sea) llega un mañana .

Ana dijo...

Preciosos los poemas de Isabel.