viernes, 26 de noviembre de 2010

A Enrique Lihn





Mofarse del dolor,
(aquí no se habla del físico)
reírse de la tragedia
sintiéndose punzado por sus flechas
hasta la más secreta médula
del sentimiento.
Los “hermanitos del diablo”
no se resignan a perder
sus encuentros cotidianos.
Y cuando una cita se frustraba
la vez siguiente decir
te he echado de menos.
Y saludarte Enrique
como a ti te gustaba
con el saludo pampino, iquiqueño:
“quíhubo”
La libertad se coge al reírse,
o en esa cúspide del orgasmo compartido,
con esas ñatas de versos curtidos,
o en esas confidencias entre amigos.
Decías: “vamos donde sabemos
a tomarnos una botella de vino
y unas buenas porciones de queso,
verde o azul, daba lo mismo,
los últimos clientes de ese bar
en la calle McIver o Miraflores,
ya no recuerdo
pasado Huérfanos, donde rayabas servilletas
a lápiz compulsivo.
He quedado
güacho de Enrique.
Nunca en ningún sitio
he hallado alguien como tú,
Lihn-Mix o Mix-Lihn
hermanos luciferinos.



Rolando Mix


1 comentario:

Juana López dijo...

Fernando
Gracias por mantener en la memoria a Rolando con su obra.
Este poema A Enrique Lihn, forma parte de “Imperecederos - Isla chile”, publicado por José Joaquín Beeme, en una preciosa plaquette en la colección La Torre degli arabeschi Italia. 2.010: http://sites.google.com/site/latorredegliarabeschi/allegrettomalinconico, al que reconozco amablemente dicho su tributo.