sábado, 16 de octubre de 2010

PARA VIVIR






NO sé por qué ni para qué escribo,
¿qué me atrae desde el fondo del poema?
Una palabra suelta en el aire,
una voz o un rumor me llevan
al silencioso campo de mis versos.
La pluma se desliza ávida de imágenes
que puedan atrapar ese momento,
pero no siempre llega la luz.
Sólo a veces con timidez, entre brumas,
aparece la incógnita
que ilumina la noche y me despierta.
No sé vivir sin la palabra,
y morir en su silencio.



Ricardo Fernández Moyano


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