sábado, 11 de septiembre de 2010

Apagad la luz





Apagad la luz, borrad
verso a verso y amor cada palabra,
hoy la luz es mentira, el monstruo yace
herido y verdadero y apagad
ya su luz, el monstruo yace
sin máscara, sin voz,
el monstruo está llorando:
apagadle la luz,
dadle fuerte en el alma con su verso,
dadle fuerte,
dadle al amor sus alas, colmad su libertad
monstruo y ángel bendito, dios en tierra,
monstruo y ángel maldito y varón de dolor:
no llevas luz, no llevas
en las manos el alma
ni en la voz el sentido
ni luz en la intención,
monstruo y ángel perdido: del cielo toda voz
te da tu renta, del cielo toda voz
te da tu luz: encendedme el amor.



Santiago Tena


3 comentarios:

ybris dijo...

Amor: monstruo y ángel, bendito y maldito, luz y sombra, verdad y mentira...
Inmensa contradicción de los sentimientos.
Pero en el fondo es dulce -debe de serlo cuando todos pasamos por él- clamar desde la oscuridad por que alguien nos encienda su luz.

Intenso tu poema.

Abrazos.

Anónimo dijo...

mil gracias, ybris, ya sabes que a veces el desconsuelo se nos hace monstruo, buscamos el extremo porque intuimos que solo desde ahí podemos renacer

irene dijo...

Precioso poema, lleno de luces y sombras, como el amor.
Un beso, Santiago.