viernes, 22 de febrero de 2008

Crecerá mi sombra






Crecerá mi sombra en tu cuerpo caliente
como un reguero de dispersas amapolas,
sangre de mis dedos rehaciéndose en tu piel.
Me recordarás en las noches calladas,
esas en que una multitud de hormigas te devoraban el deseo,
y tú, húmeda, dejabas que la luz te estremeciera
hasta el feliz orgasmo en que nada más cabía en nuestra cama.
Seré el desafío, el quebranto que la aurora te dejó,
la ausencia de aquel que te miraba en silencio
cuando el café del desayuno estaba demasiado caliente
y las tostadas tenían el color encendido de las frambuesas.





Fotografía aquí

1 comentario:

Doberka dijo...

Gracias por tus poemas siempre tan llenos de calor y sensualidad, Fernando.

Muchos besikos a los dos.